jueves, 23 de enero de 2014

Dolor

El dolor del alma, del corazón, es el más difícil de asumir y aceptar. Cuando daña, el amor es lo que más daño puede hacer a nuestro corazón. Duele hasta los huesos saber que aquella persona que compartió tu vida ya no está, que ha buscado otra vida donde tú ya no estás. El dolor de un mal amor es el más difícil de borrar, sus cicatrices tardan mucho en sanar.
Porque ¿qué haces cuando te han roto el corazón? ¿Qué haces con esos sentimientos que tienes tan dentro de ti? Te encuentras sufriendo, y esa es la cruda verdad, tienes el corazón destrozado. El amor es frágil, y muchas veces no nos damos cuenta de ello y pensamos que nada malo puede pasar, te sientes feliz y de repente, un día cualquiera te das cuenta de que nada de lo que estabas viviendo ha sido verdad. El desamor duele pero llega, vivirlo te deja cansad@ de llorar, de estar mendigando que te amen… El dolor es un síntoma que genera nuestro cuerpo cuando se ve dañado por cualquier persona o situación.
Es entonces cuando hay que detenerse y decidir lo que harás, ya no puedes estar encerrad@ en tu cuarto, no es momento para estar pensando que todo el mundo es malo, o que todo el mundo siempre te hará daño. Claro que es comprensible que te sientas así, pues te han roto el corazón y ya no confías en nada ni nadie...
Las preguntas vienen a tu mente, te preguntas cómo es posible que tu corazón aún siga latiendo a pesar del daño que te han causado. Pero es así, sigue con nosotros, y debemos tratar de salir adelante. Quizá en soledad no puedas, pero siempre hay personas que te pueden ayudar con estas situaciones.
La vida misma ya es de por sí difícil con todas sus dificultades, con todos sus problemas diarios, creo que nunca se deja de luchar mientras haya un hálito de respiración en nuestra vida.

¿Cómo me enfrento a este dolor? ¿Cómo salgo de esta pena?

Concédete la oportunidad de volver a vivir la vida.
Trata de buscar ayuda, por mucho que destrocen tu corazón seguirás adelante, la vida no es una persona es un conjunto de cosas.
Es difícil, es como un duelo y lo debes vivir como tal, llorar, maldecir y luego levantarte.
No pienses que todos son iguales, hay personas buenas en esta vida, sólo que siempre tendemos a fijarnos en quien no nos conviene.
Si tienes hijos, no dejes que ellos sufran tu dolor, debes aprender a separar las cosas, ellos no tienen culpa de nada.
Levántate aunque te cueste, respira y piensa que si se ha ido de tu vida, no era para ti. Quizás te ha hecho un favor.
Nadie merece que le llores, ¿acaso piensas que él (o ella) sufre como tú?
Si el amor se acabó hay que asumirlo, sólo así empezarás a caminar de nuevo por el difícil camino de la vida.
No catalogues a todos por igual, quien tú habías escogido era mal@, no el resto.
Y por último, ahora mismo todo lo ves mal, todo está negro, pero te diré que nada es para siempre, incluso el dolor.
El tiempo hará lo que necesita hacer, te dará lo que te corresponde… ¿Olvidar? No, jamás se olvida, sólo se deja de extrañar. Pero fue una parte de tu vida y pasó, aceptarlo te dará un gran alivio para poder continuar. Lo peor que puede hacer una persona a la que le han roto el corazón es volver una y otra vez con la misma persona, se convierte en un circulo vicioso que a la larga o la corta sólo te alarga el sufrimiento.
Recuerda que alguien que te ama sinceramente nunca te hará daño y nunca te hará llorar.

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