miércoles, 27 de agosto de 2014

Infidelidad 5

Folclore y arte

En algunos países de América Latina y en algunas zonas de Europa se usa regularmente la palabra cornudo o la expresión «poner los cuernos» o se emplea el nombre de animales con cuernos o astas para referirse a la persona cuya pareja le ha sido infiel sexualmente.

El origen de la relación se puede remontar a la época de los vikingos, cuando el jefe visitaba a la esposa de uno de sus guerreros solía colgar en la puerta su casco, así cuando el marido llegaba y veía el casco se podía ir a beber con sus amigos presumiendo que le habían puesto los cuernos. Otros autores citan que el origen puede ser una alusión a los hábitos de apareamiento de los ciervos que pierden a las hembras cuando es derrotado por otro macho.

Moliere creo en Escuela de mujeres el término «porter des cornes» como una mofa o insulto. La obra cuenta la historia de un hombre que se burla de los cornudos y se convierte en uno al final. Para Molière existen tres tipos de «cornudos»:

      El «complaciente», quien se alegra de la situación y la presume.
      El «protestatario», quien se queja abiertamente de su desgracia.
      El «juicioso», quien toma el asunto con calma.

Francois Rabelais en Gargantúa y Pantagruel denomina cornudos no a quienes son víctimas de una infidelidad, sino a quien tiene una relación con la esposa de otro.

El cine, la literatura, pintura y música cuentan con muchos ejemplos de infidelidad, y considero ocioso el describir todos aquí, solo a medio de ejemplo tenemos en pintura al pintor italiano Paolo Veronese, creador de un lienzo llamado: «La infidelidad», o a Federico García Lorca en su romance «La casada infiel», o en el cine «La comezón del séptimo año» (dir. Billy Wilder, 1955), y en la música «Me and Mrs. Jones» («Yo y la Sra. Jones») de Billy Paul.

jueves, 21 de agosto de 2014

Infidelidad 4

Biología

En un estudio de ratones se reveló la estrecha relación entre la exclusividad de las parejas y la cantidad de oxitocina y vasopresina en el organismo. La disminución de dichas sustancias podrían traer como consecuencia la infidelidad. Yo soy partidaria de la tesis de que la fidelidad/infidelidad tiene un origen adaptativo: en las hembras vendrían a asegurar mayor protección y recursos para los hijos cuando se cuenta con varias parejas, mientras para los machos aseguraría una mayor contribución genética para la próxima generación.

Hasta donde recuerdo, el único mamífero que es fiel a su pareja es la Orca, y por algo la llaman ballena asesina.

Sociología

En una sociedad patriarcal, donde la mujer es propiedad del hombre (primero del padre/hermanos, posteriormente del marido/hijos), la infidelidad femenina es vista con desprecio e incluso castigada, mientras que la infidelidad masculina puede incluso ser considerada un derecho. Esto debido a que la fidelidad femenina asegura la paternidad y por tanto la herencia de bienes a la progenie ligada a un único varón.

Según algunos estudiosos esta es la razón por la que en este tipo de sociedades prolifere tanto la prostitución.

Religión

En las religiones abrahámicas (judeocristianas e islámicas) la infidelidad es considerada como un pecado. Cabe señalar que bajo estas religiones cualquier acto sexual fuera del matrimonio es considerado como pecado y susceptible de «castigo divino».

En el Antiguo Testamento es vetado el adulterio en el séptimo mandamiento (Éxodo 20:14) y se anima a los esposos a ser fieles a sus esposas, pues no hay motivo para buscar el amor en otra mujer; indicando las consecuencias negativas de hacerlo (Proverbios 5:18-20 y Proverbios 6:27-3).

En el Nuevo Testamento se señala (1 Timoteo 3:2) que el hombre debe ser esposo de una sola mujer, recalcando (Hebreos 13:4) que los cónyuges se deben fidelidad, pero permite que quien se divorcie por infidelidad sexual de su pareja pueda casarse de nuevo sin cometer adulterio (Mateo 19:9).

El Corán considera que el adulterio/fornicación es una razón para repudiar a una mujer así como una conducta que trae como consecuencia el castigo divino (es preciso destacar que un hombre mantenga relaciones con sus esposas no es considerado infidelidad.)

martes, 19 de agosto de 2014

Infidelidad 3

Psicología

Frecuentemente se considera a la infidelidad como uno de los principales motivos de fricción y conflicto de las relaciones amorosas monógamas. Su descubrimiento generalmente trae emociones desagradables como tristeza, baja autoestima e ira para el miembro «engañado», quien en muchos casos suele retirar toda la confianza depositada en la pareja. Aunque es considerada una de las principales causas de divorcio, algunos autores no necesariamente significa el final de la relación. Entre las principales causas que evitan el rompimiento, además de los fuertes vínculos afectivos, se encuentran el temor a la soledad, evitar un daño al otro, evitar problemas a los hijos y no desear alterar la calidad de vida.

Algunos psicólogos estadounidenses señalan que la infidelidad conyugal causa un efecto tan traumático en el consorte ofendido por le significado simbólico de la «aventura» a causa de la mentalidad polar de todo-o-nada que concluye (va más allá de una simple suposición) que una persona es totalmente fiel o totalmente infiel sin cabida a puntos intermedios. Tradicionalmente también suele tener una visión negativa de la infidelidad al ser equiparada con palabras descriptivas como: traición, engaño, perfidia, etc., lo que lleva frecuentemente a la devaluación no de la pareja sino de la propia persona ya que genera dudas sobre el atractivo, la suficiencia y la capacidad del individuo.

Una infidelidad no necesariamente es la causa del debilitamiento de una relación, incluso puede ser el síntoma de una relación ya vacilante, por lo que no destruye una relación.

jueves, 14 de agosto de 2014

Infidelidad 2

Una de las cosas que más me llaman la atención es que la mayoría de las mujeres considera(mos) que solo existe la infidelidad sexual, sin embargo hacemos a un lado otro tipo de infidelidad que incluso puede tener mayores consecuencias, me refiero a la falta de lealtad. En la mayoría de los casos la primera trae aparejada la segunda, pero no por eso deja de causar daño.

Este es un tema bastante complejo por sus orígenes y consecuencias, no creo deba tratarse de manera ligera o envueltas en las emociones inherentes a una traición. Cómo todo acto humano, involucra motivaciones y responde a la disminución de sentimientos de ruptura por los pactos que se han roto. Por lo mismo debe de manejarse como cualquier otro duelo.

Para encontrar la raíz del problema debemos despojarnos de los naturales mecanismos de defensa y la muy común tendencia a justificar nuestros actos, independiente de su calificación.

No es lógico pensar que cuando dos personas se aman y deciden hacer vida en común (supuestamente con intención de permanecer juntos) tengan en mente la idea de ser infieles. Que vayan en contra de sus pactos y más sentidas promesas y pongan en peligro, y quizá acabando, con una relación íntima que surgió y se fundó de forma absolutamente voluntaria y deseada por ambos. Es por eso que debe asumirse la existencia de motivos que originaron las acciones que violentaron la solidaridad mutua.

La tendencia normal es cargar toda la culpa a quien lleva a cabo el acto desleal, lo cual es bastante humano, aunque no razonable ni justo.

Lo apropiado y beneficioso para la tranquilidad espiritual del ofendido, es encontrar los elementos o antecedentes que originaron o contribuyeron a que el ofensor tomara decisión tan perjudicial para la unión establecida, su pareja, y contra si mismo en el aspecto ético y moral (el cual podría no mostrar, pero no puede dejar desatendido)

La falta de lealtad es producto de la acumulación de pequeñas y progresivas insatisfacciones, incomprensiones, faltas de acuerdo, malentendido, inconsecuencias y… monotonía en la relación, que originan y fomentan ambos miembros; eso desencadena la traición que, de haber mediado la atención interesada y cuidadosa del comportamiento de su pareja, seguramente podría haber sido detectada, determinada, y quizás evitada a tiempo.

Es fácil y cómodo achacar toda la culpa al ofensor, sin analizar hasta donde se tuvo implicación en originar, contribuir, aceptar, o no detectar a tiempo las motivaciones que originaron la actuación inconveniente. Lo difícil, aunque conveniente, es aceptar con sinceridad y valentía hasta donde no fuimos capaces de detectar o afrontar el problema oportunamente.

No hay otra posibilidad para sobrellevar o disminuir los dolorosos efectos de la infidelidad, que analizar sus orígenes y el porcentaje de implicación personal, que en su concreción corresponde al agraviado.

martes, 12 de agosto de 2014

Infidelidad 1

(Esta es una actualización de una entrada previa a fin de ampliar la información y proporcionar algunas ligas que puedan ser útiles)

Según Hilda Beatriz Salmerón García y Diana Resnicoff, La infidelidad se refiere, popularmente, a las relaciones amorosas, a corto o largo plazo establecidas con personas distintas del vínculo oficial que a menudo se mantienen en secreto por considerarse como una amenaza a la institución familiar. Aunque de acuerdo con el DRAE el vocablo denota el incumplimiento del compromiso de fidelidad o la falta de ésta. Por consiguiente, puede significar la carencia de lealtad o quebrantamiento de la misma hacia cualquier compromiso moral como la religión, la amistad, el matrimonio (situación que se conoce como adulterio) o cualquier otra relación amorosa o erótica.

La infidelidad amorosa, acepción con la que frecuentemente se asocia el término, es descrita, de manera rápida y sucinta, como la falta al pacto que limita el número de personas involucradas en una relación amorosa o erótica y, por tanto, la prohibición de mantener otras de forma paralela, sean ocasionales o continuas. De forma que, en las relaciones con tradición monogámica la inclusión de un tercero supone una violación del acuerdo, mientras que en relaciones poligámicas se produce al involucrar a personas ajenas al círculo aceptado. Bajo esta definición, ser infiel es romper de forma consciente un acuerdo afectivo o sexual preestablecido para el tipo de relación escogida.

Hace tiempo se publicó en la National Survey of Sexual Health and Behavoir un estudio de la Journal of Sexual Behavior que indica que las mujeres somos más infieles que hace unos años. ¿Es que antes no lo hacíamos o estamos recuperando el tiempo perdido? ¿O ahora somos mas cínicas desinhibidas y hablamos y experimentamos más con nuestra sexualidad?

En los años 90 por cada treinta hombres había nueve mujeres que admitían haber sido infieles, hoy la realidad es otra: por cada treinta hombres hay veinticinco mujeres (monógamos ambos casos) que admitieron haber tenido al menos una relación sexual en el último año con alguien que no era su pareja oficial y admitieron que era seguro que si su pareja se enterase la relación finalizaría.

Pero ¿Qué es lo que ha influido en este cambio?. El dinero (los más ricos son más infieles), el tipo de relaciones (las personas complicadas y/o inseguras son más promiscuos) y la facilidad de acceder por Internet a redes sociales o sitios de citas on-line (conocer nuevas personas) hacen que tener una pareja estable como antes sea más complicado. Cada día hay menos tiempo y oportunidades de hacer amigos o conocer personalmente a otros, estos espacios de citas aumentan las posibilidades de encontrar una nueva pareja o nuevo amante.

A lo largo de algunas entradas intentaré mostrar la infidelidad desde diferentes perspectivas.

jueves, 7 de agosto de 2014

¿Por qué no puedo encontrar a mi príncipe azul?

Creo que ya estoy hasta la madre de amigas y conocidas que se quejan de que no encuentran su príncipe azul y mientras se la pasan quejándose de su pareja sin darse cuenta de que por estar esperando un ideal no disfrutan su relación actual.

Cada vez que conoces a un hombre y comienzas una relación te preguntas si será el hombre de tu vida. ¿Existe de verdad una media naranja para cada uno? ¿Para cada persona existe un alma gemela que es el ideal y eterna? Desde siempre han querido hacernos creer en esas ideas, pero el tiempo se encarga de exponer la falsedad de esa idea y mostrarnos que existen tantos conceptos de amor y pareja como personas hay en este mundo.

Así, mientras más parejas tengas mayores serán las posibilidades de encontrar a esa persona compatible que deberá cubrir el rol de amigo, cómplice y amante a la vez.

Diferentes puntos de vista

Para muchos la pareja ideal no existe, es una idea que se ha escapado del reino de los sueños. Esa pareja imaginaria es necesaria para la satisfacción afectiva de cada uno, pero se debe mantener siempre conciencia de ese ideal solo existe en la propia mente. Tere lleva tres años saliendo con Juan, su relación va excelente, bien encaminada y es satisfactoria, pero no identifica a su pareja como su príncipe azul. El hombre perfecto no existe. Nos empeñamos en ponerle una cara y soñar con él, pero no es así. Yo ahora soy feliz con Juan, pero las personas cambiamos a lo largo de nuestra vida y lo que hoy me gusta quizás mañana no lo soporte y es que eso que nos enamoró al principio podemos acabar detestándolo.

Gerardo tiene en su bio de twitter el reflejo de una realidad que muchas se niegan a ver: Creer en Se amarán hasta que la muerte los separe es vano. Mejor vamos día por día.

En el otro lado tenemos a Luís que dice haber visto en Ana, su esposa desde hace 15 años, a la mujer de su vida. Desde que comenzamos la relación, me di cuenta de que era la persona que estaba buscando. Nos entendemos a la perfección y veo en ella todas las cualidades que para mí debe reunir la que vaya a ser la mujer de mi vida.

Disfrutar de la relación

Creamos o no en la existencia de un príncipe azul que se encuentra a la vuelta de la siguiente esquina, lo que hay que hacer es estar abiertas a cualquier relación. Tenemos que estar desprovistas de ideas preconcebidas a la hora de afrontar el amor.

Hay que disfrutar del momento y dejar a un lado lo que nos deparará el mañana. Las diferentes relaciones que establezcas a lo largo de la vida, te ayudarán a crecer y a madurar y te servirán para valorar aspectos que quizás no habías tenido en cuenta en anteriores parejas. Se trata de aprender de otras personas y situaciones para saber encarar otras nuevas.

Siempre hay algo que aprender y de los errores se suelen sacar conclusiones beneficiosas, aunque ¿Quién dice que sea un error? Hay que probar y probar para saber lo que nos gusta y así quedarnos con lo mejor. Recuerda, de lo único que debes arrepentirte es de lo no intentado.

Mr Perfecto

Por otro lado, no todos los cambios que las mujeres hemos tenido en ingresar en el mundo público han sido positivos, y uno de esos cambios que ha representado un mayor sacrificio es la notoria disminución de la tolerancia y de la construcción de un relación de pareja. Si no puede ser perfecto no estamos dispuestas a aceptar imperfecciones y si no aceptamos imperfecciones, estamos condenadas a quedarnos solas.

Basta una mirada para poder percatarnos que muchas mujeres en sus etapa más productiva (cuarenti...) en su mayoría están solas, ya sea porque están divorciadas o porque aun cuando han formado pareja ya no les interesa convivir nuevamente bajo el mismo techo (sin generalizar, obviamente). Sin embargo las mujeres de una década menos llegaron a esa edad poniendo el máximo esfuerzo en desarrollarse profesionalmente, por lo que muchas están solas, o a lo más con un hijo.

Esto me hace ver que la estructura de familia está cambiando, y si la familia está cambiando también la sociedad lo está haciendo, al menos como la conocieron nuestros padres. La sociedad actual se está construyendo basada en el placer, y la felicidad nada tiene que ver con el placer, según se puede comprobar a lo largo de la historia.

Es necesario hacer el esfuerzo de encontrarnos a nosotras con nuestras imperfecciones para de ahí aceptar hombres imperfectos y desde esa imperfección poder ser felices en la relación de pareja.

martes, 5 de agosto de 2014

¿Existe el amor romántico?

De acuerdo al profesor de la Universidad de Limoges Jean Verdon, el amor, tal como lo entendemos hoy, se inventó en el siglo XII por parte de los trovadores y proponían un arte de amar, el amor cortés, que se convirtió durante ese y el siguiente siglo "en un sistema coherente, aunque dotado de múltiples variaciones". Según el citado profesor, comienza a mostrarse desde esas fechas como un todo, carnal y espiritual, sexual y emocional.

Por esas fechas, Leonor de Aquitania, en una (de tantas) tarde de aburrimiento, junto con su séquito de señoras (igualmente ocupadas) definieron las reglas del amor cortés, entre todas las normas a seguir estaban que no podía existir dentro del matrimonio y que solo podía ser espiritual.

Se me hace lógico que se impusiera que el amor romántico estuviera separado del matrimonio por motivos antropológicos: El matrimonio era una institución socio-económica y política y el amor no formaba parte del mismo. Lo que hace evidente que la exigencia que el amor formara parte del matrimonio es posterior y requería nuevas reglas para poder solventar su limitación puramente espiritual.

El amor romántico ha sido apoyado en occidente por los artistas, pero el último empujón se lo debemos a Hollywood que ha (re)definido las reglas del amor romántico que nos atañe a muchas generaciones y a proporcionado una manera de reconciliar su parte física con la espiritual exportando esa visión al resto del planeta.

Pero lo que motiva la pregunta no es la historia, aunque ella nos sirve para descubrir que lo que llamamos amor romántico es una invención lejos de la realidad biológica del ser humano. El principal apoyo de este invento procede de los métodos de crianza de nuestra cultura. La familia (tradicional) se funda en una pareja heterosexual excluyente (en un bando los padres, en otro los hijos) en la cual en realidad los hijos no tienen cabida (por ejemplo, se les expulsa del dormitorio de los padres, sus opiniones no son consideradas, etc.), por lo que los hijos crecen con carencias afectivas que deben cubrir en la etapa adulta a través de la búsqueda del "amor" que mitigue esas carencias.